Siento que todo va como debería pero siempre vuelve.
El pensamiento que convierte mi optimismo en una nube de azufre que produce picor en mis ojos y después en mi cara mugre.
Con ellas pago mi buena voluntad,
con ellas callo las ideas de cara al público que tanto me perturban.
¿Conoces el malestar?
Podría hacer una tesis sin final a estas alturas.
Cuidándome a base del amor de una madre,
pues siempre quedará una dosis que pincharme en el cóccix con la que saciarme.
Y tú, ¿de qué sabes?
cuéntame, quiero adaptarme a tu intelecto tanto como a tu cuerpo.
Necesito algo más que sacie mi lógica,
algo más que babas en mi boca y sátiras.
No conozco ese amor pero sí el drama.
Así que si quieres hazme un hueco en tu cama porque a mí ya no me importa nada.
Sé que las palabras cautivan mejor a este alma desgastada.
Soy... yo, un tipo solitario por temor.
...saturado de que vengan a dejarme posits en el corazón.
Ser bueno hoy, sirve de poco.
Sirve para salir perdiendo algo más que la razón y el coco.
Antes de esto amaba la primavera pero hoy la detesto.
Ahora amo los imperfectos,
dan energía a mi cabeza oxidada pero en funcionamiento.
Los cientos de papeles que se esparcen por mi cuarto
son el único testigo del que me fío para contar lo que siento.
...y así toda la noche en silencio.